CARTA DE UN HERMANO.
En este principio de curso cofrade parece ser que las aguas de nuestra hermandad bajan algo revueltas a expensas de la celebración del próximo Cabildo Extraordinario de Elecciones del que aún no tenemos fecha concreta de celebración.
Al final del pasado curso ya el río estaba algo turbio y el verano, a pesar de las escasas lluvias propias del tiempo estival, no ha sido la época propicia para calmar las corrientes que bajan hasta el barrio de San Mateo.
La hermandad está sostenida por pinzas y por la paciencia y la buena voluntad de algunos hermanos que hacen de tripas corazón para no abandonar el barco o al menos para evitar que la imagen de la hermandad se deteriore a nivel de calle tanto como lo está internamente.
Es en esta situación cuando me acuerdo de los últimos siete años largos de mandato de nuestro último Hermano Mayor electo, Francisco J. Zurita Martín. Su talante, su capacidad de diálogo y de liderazgo y su deseo, casi obsesivo, por aunar voluntades hicieron que la hermandad transcurriera por un periodo tan fructífero, como agradable. A la continuidad que dio a la gran labor patrimonial de su antecesor, completando con criterio y buen gusto el mantenimiento del amplio patrimonio que posee la hermandad, se unió la adquisición y restauración de algunos elementos e imágenes que nunca disminuyeron el nivel artístico que la hermandad recibió de la labor realizada en los siglos anteriores.
En el ámbito de cultos, los frutos fueron muy amplios. Os recuerdo la potenciación del culto a nuestro principal Titular, el Santísimo Sacramento, la Adoración a la Cruz o las celebraciones del día del Beato Marcelo Spínola o del día de San Juan Evangelista, entre otros. En cuanto a las actividades de carácter social, caritativa o religiosa, que permitieron una feliz convivencia entre hermanos, me acuerdo de la celebración de las zambombas, fiesta de los Reyes Magos, Cruz de Mayo, día de los To´Santos o los trabajos realizados por muchos hermanos durante la pandemia como muestra de la solidaridad de una hermandad entregada y generosa. Fueron muchos los actos que a lo largo de estos más de 2.600 días permitieron vivir grandes momentos en nuestra hermandad, dentro o lejos de nuestra casa común en la que siempre nos reunimos con alegría y sin recelos.
Sé que me quedo en el tintero acontecimientos y eventos muy importantes para esta Hermandad de los Judíos de San Mateo, vividos durante el periodo transcurrido desde el año 2015 hasta el primer trimestre del año 2023, pero no es mi intención realizar un inventario de actividades, nidestacar aún más el amplio “currículum cofrade” de Paco Zurita. Ahora bien lo que sí me gustaría es que ese espíritu de fraternidad, de unidad y de concordia que él implantó durante su mandato sea el que seamos capaces de mantener durante los próximos años, y si para ello debemos dejar a un lado nuestros egos, nuestros orgullos y nuestra soberbia, deberemos despojarnos de esas vestiduras para que, sin vergüenza y con buen juicio,podamos decir que la Hermandad del Desconsuelo vuelve a ser lo que siempre fue, una gran hermandad por méritos propios.
Fernando Martín Durán