San Juan Evangelista
En cuanto a San Juan, es una talla de una gran expresividad y finura de facciones. El rostro es hermoso, de ojos grandes, nariz recta y boca turgente. Está muy bien conseguido el bigote y la barba, partida en dos, como era costumbre de la época del Siglo de Oro andaluz. Ya Mariano Benlliure se deshacía en elogios de esta talla. Los cabellos del Apóstol reflejan la mano de un maestro insigne. La túnica y el mantolín de San Juan se puede datar del siglo XVIII y se le denominaría bordado de filigrana.
Son piezas muy pequeñas de bordado, tejido sobre terciopelo verde la túnica y de color rojo, la capa. En el año 2000 se realizó una túnica nueva para San Juan, obra de Ildefonso Jiménez, réplica de la de estilo isabelino de principios de siglo XVIII, que con el mismo dibujo y aplicando la misma técnica, descubre algunos elementos como un corazón de plata o unas margaritas rosas que en la original y por el paso del tiempo eran imperceptibles. Esta imagen de San Juan lleva en el camarín lleva una aureola de plata de ley, donada en 1800 por Francisco de Mirabal En el paso de palio lleva una de plata sobredorada, hecha en 1948 por Manuel Gabella Baeza.